Recientemente, ha sido detenido en Valencia el protagonista de numerosas estafas con criptomonedas en España, Suiza, Luxemburgo y Portugal. El detenido, un portugués de 45 años, había creado una plataforma web para invertir en criptomonedas y ofrecía una rentabilidad semanal del 2,5% a los inversores. Estos eran atraídos por las numerosas referencias publicitarias que el presunto estafador se había esforzado en difundir a través de redes sociales, foros, programas deportivos, eventos benéficos y páginas web de todo tipo.
En este caso, se utilizaba un sistema piramidal de engaño, conocido como el método Ponzi. Esta metodología consiste en crear diferentes roles para que los inversores compren más y traigan a la plataforma a nuevas personas que desearan invertir en criptomonedas. Así, a través del boca a boca y con una infraestructura mínima, el estafador logró acumular un patrimonio de más de 2 millones de euros, además de coches de lujo y toda clase de bienes materiales.
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Pero este no es el único caso de estafa con criptomonedas. La Audiencia Nacional lleva a cabo actualmente numerosas investigaciones en este ámbito. Al menos tres empresas están en el punto de mira: Algorithms, Arbistar y Kuailian. Miles y miles de personas son perjudicadas por fraudes que ascienden a más de 350 millones de euros y que pueden alcanzar los 500 millones, según algunas estimaciones.
Y esto no ocurre solo en España. Del auge de las criptomonedas y la revolución del Bitcoin, hemos pasado al auge de las criptoestafas. Solo en Estados Unidos, se calcula que se han perdido más de 80 millones de dólares por este tipo de fraudes en tan solo 6 meses (de octubre de 2020 a mayo de 2021).
Por ello, si estás pensando en invertir en criptomonedas o ya lo has hecho y has sufrido algún fraude, te recomendamos que busques un buen despacho de abogados que te asesore y ayude a defender tus derechos como inversor.
Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, tanto nacionales como extranjeros, comentan con frecuencia la dificultad para perseguir estos delitos. Se trata de estafas a nivel global y no existe apenas una regulación en el ámbito de las criptomonedas.
Afortunadamente, en España estamos avanzando en la prevención de las estafas de criptodivisas. El lunes 17 de enero, se publicó en el Boletín Oficial del Estado la primera norma española y europea que regula la publicidad de plataformas dedicadas a la inversión en criptoactivos. La Circular 1/2022, de 10 de enero, de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, relativa a la publicidad sobre criptomonedas presentadas como objeto de inversión, establece los criterios básicos que han de regir la publicidad sobre los criptoactivos y dota a la CNMV de la potestad de supervisión y control. Según la CNMV, se trata de un avance clave para prevenir las estafas en criptoactivos, ya que muchos de los ciberdelincuentes aprovechan la publicidad digital para atraer inversores y así aumentar sus ilegales ganancias.
Según la nueva normativa, las acciones publicitarias de inversión en criptomonedas deben incorporar obligatoriamente la siguiente advertencia: «La inversión en criptoactivos no está regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas y perderse la totalidad del importe invertido». En febrero de 2022, entrará en vigor el documento. Además de la introducción de esta advertencia en los anuncios y acciones publicitarias, también regulará otros aspectos, como la obligación de comunicar a la CNMV cualquier campaña publicitaria que se dirija a más de 100 000 personas. Este tipo de campañas de publicidad deberán ser enviadas a la CNMV con 10 días de antelación a su lanzamiento y tendrán que ser aprobadas por el órgano supervisor correspondiente.
También las campañas llevadas a cabo por famosos o influencers a través de medios digitales deberán ser comunicadas y sometidas a aprobación, con 10 días de antelación, siempre que la cuenta de la persona que las promocione tenga más de 100 000 seguidores. Por ejemplo, tweets como el de Andrés Iniesta, que en noviembre publicó en su cuenta de Twitter “estoy aprendiendo cómo empezar con las criptomonedas” junto a una fotografía suya (que mostraba en la pantalla de su ordenador el nombre de una plataforma de inversión en criptomonedas), quedarán supeditados a la aprobación de la CNMV y la publicación de la correspondiente advertencia. Esto, siempre que el influencer o famoso que publique haya recibido una contraprestación por la publicación. Si se trata de una mera opinión, de la que no recibe nada a cambio, se considera libertad de expresión y quedaría fuera de la regulación.
A pesar de estos pequeños avances, los organismos de defensa de los consumidores y usuarios se han quejado de una cosa. La norma deja fuera uno de los principales medios de difusión de las plataformas de inversión en criptomonedas: los eventos deportivos. De hecho, las webs patrocinan habitualmente toda clase de competiciones. La norma establece que solo serán objeto de control y regulación los mensajes que inciten directamente a la inversión. Así que, si solo se muestra el nombre de la plataforma en cuestión, logotipos o mensajes de tipo corporativo, los eventos de deporte quedarían fuera de la regulación, y, por tanto, sus patrocinios no estarían sujetos a un control y aprobación previa.
Si analizamos detenidamente la circular de la CNMV, destaca el hecho de que valora positivamente las oportunidades que ofrece el desarrollo de los criptoactivos en España. Su presencia es cada vez mayor en el sistema financiero español. Pero, a la vez, hace un especial hincapié en sus riesgos y en la necesidad de proteger a los inversores frente a las estafas de criptodivisas. En concreto, destaca la volatilidad y complejidad de este tipo de inversiones. Pero advierte de que no se trata de una regulación sobre los productos en sí mismos, lo cual significa que sigue siendo sumamente difícil perseguir los delitos relacionados con las criptomonedas.
A pesar de las advertencias de los bancos centrales y organismos internacionales, el mercado no muestra signos de que las criptomonedas estén en decadencia, sino todo lo contrario. Si bien es cierto que algunos expertos consideran que se está gestando una “burbuja” que pronto estallará, también lo es que las principales divisas digitales, como Bitcoin o Ethereum, están empezando a ser consideradas por algunos expertos valores de inversión como el oro. Son refugios para escapar de futuras crisis financieras internacionales. Sin embargo, otros expertos como Alberto Sánchez, del Instituto de Estudios Bursátiles, advierten de que las cotizaciones de las criptomonedas se basan en expectativas, en creencias y no en valores reales del mercado. Una criptodivisa vale lo que vale y es y será rentable mientras se crea que valdrá más en el futuro que en la actualidad, pero las creencias y las ilusiones no siempre se cumplen. Por eso, has de tener un especial cuidado con la enorme volatilidad que presentan estas inversiones.
El hecho de que personas famosas alaben las inversiones en criptomonedas es para muchos un motivo más que suficiente para invertir. La facilidad con la que muchas personas se dejan llevar por las opiniones de influencers y famosos es una de las razones que hacen impredecibles estas inversiones a largo plazo. Pasó, por ejemplo, con Elon Musk, el consejero delegado de Tesla. Comenzó alabando el Bitcoin y anunció que se aceptaría como moneda de transacción para comprar sus vehículos, lo cual hizo que aumentara la cotización de la criptomoneda porque atrajo a numerosos inversores. Además, parecía que la compañía iba a ser pionera en aceptar las criptomonedas como divisas de cambio y que la seguirían numerosas empresas más. Sin embargo, a los cincuenta días, anunció por Twitter que daba marcha atrás en la decisión porque el Bitcoin era excesivamente contaminante. De hecho, un informe de Bank of America realizó el cálculo de la contaminación que produce una inversión de 1000 millones de dólares en bitcoins (la cantidad que posee Tesla). El resultado fue que producía el equivalente de 1,2 millones de coches al año en emisiones de carbono. Esto se debe a que el minado de bitcoins necesita una enorme cantidad de energía, miles y miles de ordenadores funcionando a pleno rendimiento continuamente.
Con el anuncio de Tesla de que dejaba en suspenso su decisión de admitir el Bitcoin como medio de pago para sus vehículos, esta criptomoneda se desplomó. Aunque por poco tiempo. En 2021, el precio del Bitcoin aumentó un 70 %; en los últimos cinco años, se ha revalorizado un 10 000 %. Parece que su efecto contaminante no está parando su crecimiento.
Se estima que España es uno de los países donde las criptomonedas tienen una mayor penetración. Una encuesta realizada por ING arrojó el resultado de que el 10 % de los españoles han realizado alguna inversión en criptomonedas. Los datos no son fiables, pero muestran hasta qué nivel están creciendo las inversiones en criptos y hasta qué punto es España un país diana para las estafas con criptomonedas.
No solo la volatilidad de la inversión supone un riesgo. Además, las criptos no son dinero real, no se admiten como medio de pago en la economía real y no existen fuera del mercado digital ficticio. No reemplazan al dinero. Al menos de momento y hasta que no exista una regulación que las considere el equivalente digital del dinero corriente.
Un investigador del laboratorio de ideas Bruegel, Grégory Claeys, considera que la sustitución del dinero actual por las monedas digitales todavía está muy lejos de producirse. Sobre todo, porque las criptomonedas carecen de dos características fundamentales del dinero: la estabilidad y su uso extendido. Las criptomonedas suben y bajan de valor sin parar y su uso, si se compara con los euros, es irrelevante.
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A pesar de las advertencias de los expertos, bancos e instituciones financieras, la gente corriente ve en la inversión en criptomonedas una oportunidad para ganar dinero fácil en poco tiempo. Esa idea y objetivo convierten a los potenciales inversores en una presa fácil para los estafadores. De hecho, los tipos de estafas no han dejado de diversificarse y aumentar.
Estafas con criptomonedas más comunes
Si a pesar de los riesgos te interesa invertir en criptomonedas y tienes un problema con ellas, te recomendamos que contrates a un buen Abogado. Ellos te ayudarán a denunciar una estafa por internet o a reclamar y recuperar tu dinero en el caso de que sufras estafas en criptodivisas siempre que sea posible.
Método Ponzi, una estafa que se puede sufrir al invertir en criptomonedas
Una de las estafas más comunes es la que nombramos al principio: El método o esquema Ponzi. El ciberestafador crea una plataforma que ofrece una rentabilidad muy atractiva y la promociona en todo tipo de foros, chats, webs y eventos. Logra atraer inversores y les asigna un rol en función de la cantidad de dinero que invierten. El rol asignado ofrece una serie de beneficios u oportunidades, que no son accesibles para los roles inferiores.
Entre los beneficios, por ejemplo, además de rentabilidades más altas, se ofrecen importantes ventajas por atraer a nuevos inversores y lograr que ellos también alcancen roles más elevados. Al principio, todo parece funcionar a la perfección y los inversores ven cómo sus ingresos crecen semana tras semana. Sin embargo, en un momento dado, dejan de recibir el dinero prometido y descubren el pastel: Lo que les parecía un sueño ha sido una estafa y se han quedado sin nada. En esta estafa, se utiliza la gamificación (incorporar elementos clave de los juegos) para atraer, vincular y fidelizar inversores, que se convertirán en víctimas.
Pump and dump
En este tipo de estafa, prima la información falsa. El estafador logra convencer a su víctima para que invierta en una nueva criptomoneda que, supuestamente en poco tiempo, alcanzará valores similares a los de las más conocidas. El inversor tiene poco tiempo para “comprarlas”, ya que se ofrecen como una oportunidad solo para él. El estafador crea cuentas falsas en redes sociales o hackea redes de famosos para publicar información totalmente falsa sobre la oportunidad de inversión. Cuando logra que la gente invierta, el estafador vende sus acciones, que se han revalorizado con las compras, y deja a la víctima con acciones que no tienen valor.
Phishing
Se conoce con este nombre a esta estafa también muy habitual (y que no solo ocurre en el mercado de las criptomonedas). Se envía un correo electrónico personal a la cuenta de la víctima o un mensaje privado a través de sus redes sociales. Se le promete el acceso a un “exchange” o monedero digital que contiene criptomonedas. A cambio, se le solicita que pague una pequeña tarifa como medio de acceso. Para ello, se alegarán gastos de gestión o una primera inversión. Muchas personas pican el anzuelo, convencidas de que puede ser una buena oportunidad. Sin embargo, cuando pagan la tarifa inicial, se dan cuenta de que han perdido su dinero, pues no existe tal monedero.
Copias y aplicaciones falsas
También es común la falsificación de aplicaciones legítimas de criptomonedas. Las webs falsas suelen encontrarse en las tiendas de descarga habituales. Cuando la persona instala la aplicación en su dispositivo móvil, esta da acceso al estafador a sus datos personales, sus contraseñas y a todos los contactos. Con estos datos, el estafador puede entrar en cuentas bancarias o iniciar sesiones en plataformas reales de criptoactivos y robar todo el dinero.
Además, al acceder a los contactos, puede suplantar la identidad de los propietarios de los dispositivos y engañar a otras personas para que den información sobre sus claves de acceso o paguen por servicios que no existen. Incluso puede convencerlas para que se descarguen la aplicación y continuar extendiendo su red de víctimas.
Perfiles falsos y comunicados de prensa
Los ciberestafadores logran engañar hasta a los periodistas. En numerosas ocasiones, se han publicado comunicados de prensa o se ha dado difusión a mensajes falsos. Se pretende con esto que la potencial víctima crea que se trata de una información veraz que proviene de una fuente de confianza. La estafa consiste en hacer creer a la víctima que tiene información privilegiada, para que decida invertir en criptomonedas.
Existen numerosos fraudes y las estafas son cada vez más creativas. Además, perseguir estos delitos es muy difícil, no solo por la escasa o nula regulación que existe para los criptoactivos, sino también porque los ciberestafadores actúan a nivel global.
Denunciar estas estafas es necesario, pero muy complejo. Se debe tener un conocimiento excelente del mercado financiero, de los tipos de fraudes y del mundo de las criptomonedas. Sobre todo, se han de poseer conocimientos jurídicos actualizados y tener experiencia en denuncias de estos casos.
No solo se necesita al abogado para denunciar las estafas con criptodivisas. Este profesional también puede ser útil para informarnos sobre los riesgos existentes cuando invertimos en criptoactivos. Hay que tener en cuenta que los pagos con este medio (que no es dinero) no tienen ninguna protección legal. Por ejemplo, si realizas una transacción equivocada con criptomonedas, no hay ningún banco que te ayude a recuperar el dinero y no existe posibilidad de reclamación.
Existe otra estafa muy habitual. Se crea una plataforma de venta de productos de cualquier clase que admite el pago con diferentes monedas digitales. Atraída por la posibilidad de pagar con estos activos, lo cual no es todavía posible en una gran parte de las tiendas de comercio electrónico, la víctima opta por fiarse de la plataforma y abonar por adelantado un producto que le llegará a su domicilio. Las criptomonedas acaban en el monedero del estafador y el producto jamás llega a su destino.
También hay que tener en cuenta que muchas de las transacciones realizadas con criptomonedas son públicas, a pesar de la creencia popular de que son anónimas. Cierta información de los intercambios con bitcoins o monedas digitales similares queda registrada en un medio público conocido como “blockchain”. Gracias a este registro, se pueden conocer los datos de las transacciones entre “wallets”, siendo estas en muchos casos anónimas, cuando estas no están asociadas a un Exchange centralizado que requiera pasar para su registro un proceso de KYC (Know your coustomer).
Para evitar la estafa con criptomonedas, ten en cuenta los siguientes consejos y busca siempre el asesoramiento de un especialista que te ayude a recuperar tu dinero si eres víctima de un fraude.
- Nunca te fíes si te piden solamente como método de pago que pagues con criptomonedas. Es muy probable que se trate de una estafa. Lo normal es que se acepten varias formas de pago a un cliente.
- Nadie suele regalar nada. Evita invertir en productos que ofrecen altísimas rentabilidades porque suelen ser engaños.
- Los buenos asesores de inversión siempre dan detalles. No hay que dar por buenas declaraciones generales o demasiado genéricas; y no hay que confiar en expertos de los que solo consta información en redes sociales sólo porque tengan muchos seguidores, pues estos pueden ser fácilmente comprados.
- Busca información antes de hacer la inversión. Por suerte, las víctimas de estafas suelen dejar comentarios en Internet para evitar que los estafadores sigan engañando. Las reseñas son fáciles de encontrar.
- No aceptes chantajes. Otra forma común de ciberataque o ciberestafa es el chantaje. Se roba alguna imagen o información comprometida de la víctima, que es amenazada con publicar la información si no paga una cantidad de dinero en criptomonedas. En estos casos, es mejor dirigirse directamente a la Policía. Las extorsiones siempre suelen conducir a nuevas extorsiones.
Además de estos consejos, hay que seguir las recomendaciones generales para evitar fraudes: Nunca proporcionar tus palabras clave de tu wallet o contraseñas por teléfono, correo electrónico o chats; desconfiar de los perfiles en redes sociales que ofrecen productos, inversiones o servicios de manera gratuita; cambiar habitualmente las contraseñas de acceso de los dispositivos y cuentas bancarias; y verificar que las plataformas de comercio electrónico son seguras cuando se realiza una compra online.
Europa está debatiendo actualmente si regula las criptomonedas. Ha planteado la regulación de las monedas digitales, puesto que, en 2019, el valor de los intercambios en efectivo fue del 48 %, frente al 54 % del 2016. El porcentaje ha disminuido aún más a raíz de la pandemia. Existe un proyecto de euro digital, sin embargo, está todavía en una fase muy inicial.
Por otra parte, también hay voces discordantes que abogan por evitar el uso de las criptomonedas porque, según dicen, facilita el blanqueo de capitales y se utiliza para financiar el terrorismo y delitos. Los defensores de las criptomonedas argumentan que también el dólar y otras divisas se utilizan para tales fines. También están quienes ven el auge de las criptomonedas como una burbuja especulativa que, más pronto o más tarde, estallará.
Se puede estar de acuerdo con ambas posturas, defensores y detractores, pero lo cierto es que es muy difícil parar las innovaciones que se están produciendo en el campo de la economía digital. Todo apunta a que la tecnología blockchain y con ella las criptomonedas han llegado para quedarse.
El mundo de las criptomonedas es intangible, pero real, pues se realizan transacciones a través de smart contracts. Como cualquier producto financiero, existen riesgos. Hemos de estar alerta y denunciar cuando seamos víctimas de estafas, fraudes o cualquier ataque digital. Si vas a denunciar una estafa por internet, también debes estar bien asesorado y contar con un respaldo legal que te ayude de una forma adecuada.
No tenemos manera de saber cómo va a evolucionar el mercado de las criptomonedas, pero todo apunta a que en los próximos años vamos a ir avanzando en la regulación. En cualquier caso, esperemos que los avances que se produzcan ayuden a aumentar la protección de los inversores y a evitar las estafas en criptomonedas. Aún es pronto para saber si las regulaciones normativas ayudarán a reducir los fraudes o si los estafadores serán cada vez más creativos para sustraer los datos y el dinero de las personas que decidan invertir en criptomonedas.